La historia se remonta a 1940, en Tenancingo, con el negocio de la familia Garcés “a partir de un sencillo puesto de frutas y verduras; en 1975 se abre la primera tienda en Toluca y más adelante, en 1986, nace Super Kompras. Posteriormente Surti-Tienda y Acrópolis”, relatan con orgullo en su página web. Y es que la de Tiendas Garcés ha sido una trayectoria de éxito y persistencia durante ya 83 años. Hoy el Director Ejecutivo Jorge Garcés Domínguez nos relata cómo encararon los retos más recientes.
¿Es una ventaja ese perfil claramente mexiquense?
“Creo que la gente se identifica con nosotros y eso se los agradecemos mucho; sí lo valoran y lo toman en cuenta al decidir dónde comprar. Cada vez hay más conciencia de apoyar la comunidad local, eso también nos ha favorecido”.
¿Cómo competir en un mercado de grandes cadenas?
“Cuando mi padre decide incursionar en Toluca, en 1975, había varias cadenas comerciales; estaba Aurrerá, que cambió de nombre; estaba Blanco, que luego desapareció, y estaba Comercial Mexicana, si no me equivoco».
“Tuvimos que crecer con ellos, a pesar de ellos. El mercado se movía mucho con el high low: es decir, manejaban precios altos normalmente y de vez en cuando hacían ofertas atractivas, pero muy temporales».
“Nosotros veníamos de una cultura de vender barato, con buenos precios permanentes; la gente se dio cuenta, lo valoró y eso nos permitió entrar al mercado».
“Poco a poco fuimos ampliando el surtido, pues éramos básicamente abarroteros, nos fuimos diversificando y disminuyendo la brecha con ellos; todavía ante las diferentes cadenas hay mucho qué hacer, pero aquí estamos”.
Un reto reciente fue la pandemia ¿Cómo la enfrentaron?
“Han casi sido tres años que nadie imaginaba, la verdad no estábamos preparados; nadie lo estaba. Pero había ciertas circunstancias que nos permitieron abordar el tema. Una es que ya contábamos con un RP, un sistema tecnológico de gestión integral muy robusto. Un software de los mejores del mundo que desde hacía 5 años habíamos empezado a implementar».
“Sin embargo nunca hubiéramos imaginado que la gente iba a estar desde casa trabajando. El famoso Zoom ya existía, aunque muy pocos lo utilizaban. En nuestra cabeza no entraba la idea de trabajar a distancia. Cuando las circunstancias nos obligaron, en una semana estábamos en homeoffice. Increíble, nunca pensamos tener esa capacidad de adaptación; los proveedores igual se acoplaron rápido».
“Las tiendas no pudieron dejar de operar, obviamente nuestra gente muy expuesta; tomamos medidas para protegerlos, las que después el gobierno volvió obligatorias nosotros las tuvimos desde antes. Eso nos ayudó porque solo tuvimos dos decesos, aunque cada caso siempre es muy doloroso”.
¿Hubo otros elementos?
“Teníamos ya la App en ciernes, aunque veníamos un poco lentos incluso en el servicio a domicilio, por teléfono. No le dábamos mucha importancia, los pocos clientes que llamaban se les atendía; pero ya funcional, eso sí, al menos ya teníamos la experiencia. Cuando se desata la pandemia, se dispara y tuvimos marchas forzadas para terminar la aplicación y ahora ya una buena parte de nuestros pedidos llegan por esa vía».
“Ya teníamos desarrollada esa tienda en línea para otro formato del negocio que se llama Surti-Tienda, que es más al mayoreo, para industrias, restaurantes, hoteles… y eso también se fue por el lado de comercio electrónico. Las circunstancias nos abrieron los ojos a algo que ya estaba ahí pero que no veíamos”.
¿Financieramente cómo fue?
“El primer año, muy difícil; el segundo año fue como una ola que nos levantó, porque la gente dejó de consumir en los restaurantes, en los viajes, en muchas cosas, y los concentró en el consumo para el hogar a través de las tiendas».
“Gracias a Dios salimos; financieramente hoy estamos mejor que antes de la pandemia y eso nos posibilita seguir creciendo”.
Así que ha sido un tiempo de grandes lecciones
“La pandemia nos enseñó a colaborar y a poner todo de nuestra parte para que las cosas funcionaran. La colaboración no deberíamos perderla; ya vimos que a través de ella nos fortalecemos y salimos delante de situaciones muy difíciles ¡imagínense en un ambiente más favorecedor!, multiplica los beneficios. No hay que olvidar que el de al lado nos necesita y que él también nos puede ayudar a nosotros. La situación nos volvió más solidarios, más sensibles».
“Hay que seguir ayudándonos entre nosotros y podemos llegar muy lejos. Realmente tenemos un país muy rico en muchos sentidos y necesitamos hacer equipo porque algo que nos ha debilitado es el egoísmo”.
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