Esta semana por fin se pudieron observar los primeros ejemplares de aves migratorias en la laguna del Bordo de San Jerónimo en la delegación de San Pablo Autopan, al norte de la capital mexiquense.
Dicha laguna, ubicada a un costado de la carretera Toluca-Palmillas, recibía cada año entre 100 a 150 ejemplares los cuales migran desde el norte de Canadá; sin embargo, este año su presencia es mínima en los caudales del Estado de México, esto porque algunos han desaparecido y otros están altamente contaminados.
Esta semana pudieron apreciarse al menos siete ejemplares de aves las cuales arribaron durante el fin de semana al Bordo de San Jerónimo.
«Apenas llegaron ayer, se miró volar a algunos y no sabemos si es que se quedan porque el agua está muy contaminada», comentaron pobladores.
Cabe destacar que éstos ejemplares migran una vez por año entre los meses de noviembre y enero, permanecen un par de meses y vuelven a retirarse.
En el estado de México se les ha visto durante dos años consecutivos y en grandes grupos por lo que sus refugios principales son las presas Ignacio Ramírez y Antonio Alzate, así como en la zona norte de Toluca y el parque Sierra Morelos.
Pese a que es un fenómeno natural único, las autoridades locales no han dado protección a las aves en su época de migración ni estudios para identificar mejor su hábitat y darles un mejor refugio.
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