Con la intención de atender a las familias que viven en condiciones de hacinamiento, jóvenes se dedican a la construcción de viviendas en el Valle de Toluca. A través de la organización TECHO, han logrado edificar espacios en regiones marginadas de Metepec y Zinacantepec. Entrevistada, Ana Lilia Peñaloza Torres, directora local de TECHO en el Estado de México, precisó que se trata de una organización que está presente en 19 países y desde hace siete años, en la entidad mexiquense. “Atendemos a personas en asentamientos populares, que es donde nosotros trabajamos en conjunto con las vecinas y vecinos y es a través de las propuestas que nosotros hacemos, es con la acción conjunta, sobre todo de habitantes, jóvenes voluntarios y voluntarias a través del desarrollo comunitario, que es lo que promovemos”. Sobre la historia de su llegada al Estado de México, precisó que se trató de regiones estratégicas. “Hemos movilizado a varias voluntades hemos construido viviendas de emergencia, que es uno de nuestros programas que comúnmente reconocen a TECHO en general. Son viviendas prefabricadas con materiales de fibrocemento con durabilidad de hasta 20 años esto por la particular situación de los lugares donde colaboramos que son asentamientos populares”.
En el Estado de México unas 2 millones 600 mil personas viven en condiciones de hacinamiento o sus viviendas tienen alguna especie de rezago, de acuerdo con datos de la la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI). El organismo federal precisa que en suelo mexiquense hay 639 mil 104 viviendas con elementos que van desde la madera, el aluminio, la palma o productos de mala calidad que no sin considerados adecuados para tener una vivienda digna. Los datos arrojan que 14.3 por ciento de los domicilios tienen estas condiciones y el estado ha puesto manos a la obra para apoyar a disminuir la brecha . A través del Instituto Mexiquense de la Vivienda Social (IMEVIS) se han puesto en marcha diversos programas enfocados a atender la problemática, entre ellos, algunos enfocados a la entrega de materiales, recursos y capacitaciones para mejorar sus condiciones de vivienda. A pesar de estos esfuerzos institucionales, la geografía estatal está plagada de asentamientos humanos irregulares que de acuerdo con los planes de Protección Civil estatal y municipales, están ubicados en zonas de riesgo. En este sentido, este crecimiento desorganizado a provocado que los propios dueños no cuenten con los documentos que acrediten la propiedad de sus tierras e inmuebles.
“Usualmente no hay un tema de tenencia o en ciertos temas de irregularidad que permitan a las familias salir de esta situación, sobre todo en temas de hacinamiento. Aquí el problema se viene agravando, sobre todo desde hace algunos años, donde las familias van incrementándose y hay dos o tres núcleos viviendo en una misma habitación, entonces ahora el tema a cubrir ha sido complejo y nos hemos movilizado en esas construcciones de vivienda de emergencia que se construyen junto a las familias y vecinos”. Por ello es que han desplegado una serie de brigadas mayormente integradas por jóvenes que detectan las necesidades de los habitantes. “Tenemos programas de salud, programas de trabajo, de fortalecimiento escolar y que vamos desarrollando con las familias a partir de un diagnóstico comunitario participativo en donde las personas que asisten a las sesiones o a las asambleas ponen cuáles son las problemáticas en común de toda la comunidad y el asentamiento para promover soluciones”.
Metepec es un municipio ubicado en el Valle de Toluca que es famoso por su fraccionamientos, plazas comerciales y la riqueza económica que concentra en zonas de lujo. No obstante, también tiene asentamientos de pobreza con carencias de distintos grados. “En Metepec tenemos uno de los municipios con mayor plusvalía y pues a 5 minutos de ahí hay familias que no tienen acceso al agua, estamos viendo un problema de escasez hídrica -señalan- estamos trabajando en ‘Las Minas’”. Este paraje es famoso por la extracción de minerales. Los domicilios son básicos, mayormente construidos de manera irregular y no cuentan con servicios. Por ello es que instalaron sistema de captación de agua de lluvia para que el recurso sea utilizado para el lavado de ropa, trastes e incluso, para necesidades básicas. En el caso de Zinacantepec, la situación es distinta, ya que se trata de un municipio con regiones rurales o semiurbanas. “En Zinacantepec estamos en ‘Barrio de Méx|ico’ y ‘Barrio del Cóporo’… en Santa María del Monte llevamos trabajando ya prácticamente 6 años. Si bien es una situación compleja, es que no existe un inventario”.
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