En la zona norte de Toluca son pocas las calles en que cuenta la gente que no ha pasado nada. En el resto dicen que han tirado cuerpos embolsados, han baleado a alguien o lo han asaltado.
Y son pocas calles como la Buendía y la 20 de Noviembre que cruzan de este a oeste todas las delegaciones de la zona norte de Toluca, que no cuentan con lonas de advertencia para linchar a quien robe.
«Qué miedo la neta vivir aquí, ayer encontraron otro embolsado en la noche», dice Ricardo, vecino de la calle Moctezuma en San Cristóbal Huichochitlán.
Son muchos los caminos en terracería, por donde camina y anda en su bici la población que nació aquí, en el norte de Toluca, en los que denota la inseguridad.
Los vecinos cruza a diario el norte para ir y venir de su trabajo, hacer su despensa y seguir su vida. O al menos intentar vivir en este norte, alejado de las casas enormes de los políticos que son oriundos de aquí.
Desde hace unas semanas, la policía estatal apoyados de la Guardia Nacional han implementado operativos, pero el hallazgo de cadáveres no cesa.
Este año en particular ha sido duro para los habitantes del norte de Toluca. Entre enero y febrero hubo una ola de ejecuciones y casos de desaparición que culminaron con muerte.
Aunque los comunicados oficiales digan que no, la inseguridad y la violencia siguen allí afuera. Y así lo afirman los hechos, como el del lunes 14 de febrero, en que una mujer escapó de una casa de seguridad donde la tenían secuestrada.
Luego se armó un operativo y se liberó a otras dos víctimas y se detuvo a un sospechoso que resultó ser policía del estado de Puebla.
Horas más tarde la policía informó que detuvieron a otros cuatro sospechosos y presuntos integrantes de una banda criminal dedicada al secuestro.
El 28 de enero, los cadáveres de un hombre y una mujer fueron abandonados envueltos en cobijas a las afueras de San Martín Toltepec. Ambos con señas de violencia.
Durante el mes de febrero sumaron al menos cinco hallazgos de cadáveres que fueron abandonados en terrenos baldíos y la vía pública.
El 1 de febrero tres cuerpos fueron localizados con señas de violencia en las delegaciones de San Cristóbal Huichochitlán, San Andrés Cuexcontitlán y Santa Cruz Azcapotzaltongo.
Luego, el 10 de febrero, en una zanja en la zona del cerro del Perico, en San Pablo Autopan, luego de un día de búsqueda, se localizó el cadáver de un menor de edad al interior de una zanja, y quien había desaparecido una semana atrás.
El 16 de febrero en San Diego de los Padres en la delegación de San Andrés Cuexcontitlán, fue localizado un cuerpo envuelto en plástico y con señas de violencia.
La ola de violencia continúo en los meses de agosto y septiembre. En dicho periodo se han contabilizado al menos 10 hallazgos en diferentes puntos.
La más reciente fue una fosa clandestina en San Cristóbal Huichochitlán ocurrido el jueves pasado. El informe extraoficial señala que se hallaron seis cuerpos tras la detención de 17 sujetos presuntamente integrales de una célula delictiva.
Ese mismo día durante la noche, en la calle Moctezuma otro cadáver embolsado fue localizado en la misma delegación.
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